Seguramente la historia marcará que el gran Hugo Conte es, fue y será el mejor jugador de voley de todos los tiempos del país, de hecho la FIVB (Federación Internacional de Volley Ball) le entregó al "Twister" el honor de ser uno de los mejores 8 jugadores en la historia del voley mundial, a pesar de no haber jugado en una potencia mundial, como sí lo son Brasil, Serbia, Rusia, Italia, Holanda, etc... Sin embargo, hay un hombre que marcó un antes y un después en el voley nacional, tanto jugando en la cancha como dirigiendo a un costado. Un hombre que fue el principal impulsor de, desde esta noche, 2 de los 3 procesos de selección nacional más exitosos.
Si nos fijamos por el retrovisor, encontramos a la generación que consiguió el 3er puesto (el mejor puesto conseguido en mundiales) en el mundial de 1982 llevado a cabo en Argentina, y misma posición en los Juegos Olímpicos (JJ.OO.) de Seúl ´88 (también la mejor posición conseguida), integrado por figuras como el mismo Conte, Waldo Kántor, Jon Uriarte y Raúl Quiroga. El segundo equipo que aparece es la generación de finales de los ´90 y principos de S XXI, más recordado por Marcos Milinkovic, pero que tuvo a su veradera figura en su armador, su alma, su estratega, su cerebro, el jugador que hacía que Marcos jugara. Un equipo que contó con la colaboración de un veterano Hugo Conte (y también Kántor durante unos años), y figuras como Alejandro Spajic, Pablo Meana ó Jorge Elgueta consiguió un 4to puesto en los JJ.OO. de Sydney 2000, venciendo, entre otros, al mejor equipo del mundo, Brasil. Esta generación llegó a su fin con el mundial de 2002 realizado también en nuestro país, donde la fortuna de encontrarse a Francia en 4tos de final hizo soñar con repetir la actuación de Sydney, cosa que no fue posible. A pesar del 6to puesto este mundial fue considerado, acertadamente, como un fracaso. Sumado a los problemas dirigenciales que hicieron que Argentina quedara desafiliada de la FIVB por sospecha de robo de dinero durante el mundial, trajeron una época de sequía. Un seleccionado tras otro destrozando esperanzas, consiguiendo cada vez peores resultados. Bajo el mando de Jon Uriarte y con una nueva generación Argentina renovó esperanzas pero el mundial de Japón 2006 trajo un 13º puesto, y los JJ.OO. de Beijing 2008 fueron vistos por TV luego de perder en el repechaje contra Venezuela, equipo que años antes podía ser fácilmente derrotado. Este golpe final fue el catalizador de un nuevo proceso, en el que ese hombre que llevara a la Argentina al éxito en el 2000 consagrándose como el mejor armador en la historia del país volviera a tomar las riendas. Estamos hablando, por supuesto, de Javier Weber.
Y es que sin cambios de nombres, manteniendo una base parecida a la que tenía Jon Uriarte, con la presencia de algunos hijos de la generación dorada de los ´80 (Facundo Conte, Nicolás Uriarte, y el capitán Rodrigo Quiroga), Javier logró transformar la cara de la selección, esta World League fue muestra de ello, y el partido de anoche fue la confirmación.
Sin contar con el histórico Milinkovic por diferencias en cuanto a la capitanía del equipo, Weber confió en los pibes Quiroga, Guillermo García, Luciano De Cecco, Uriarte, Conte, Lucas Ocampo, mezclándolos con la experiencia de Spajic, Meana, Gustavo Porporatto, Gabriel Arroyo, Gustavo Scholtis y Lucas Chávez. Como dijimos, la base era parecida a la que fracasó en los años anteriores, pero el técnico cambió la actitud del equipo. Transformó la selección en un hepteto (7 jugadores) ganador, luchador, que llenaría de orgullo a cualquiera que lo viera.
Sabe dios cuáles serían y son sus palabras dentro del vestuario, todos podemos ver el fuego que emana del D.T. de la selección nacional en cada tiempo muerto, cuando les relata a los jugadores la pintura exacta del partido y la llave para resolverlo.
La realidad es que esta selección llegaba a la World League compartiendo el grupo con dos potencias de primer nivel como Serbia (ya clasificado por ser local) y Francia. El tercer equipo era Korea del Sur, que era el rival más débil, y aún así difícil de vencer para los albicelestes. De la suma de estos últimos dos más Argentina saldría el otro clasificado del grupo al Final Six (segunda etapa de la World League, en la que se enfrentan los 6 mejores equipos del mundo).
La primera incursión dejó un saldo positivo, un triunfo y una derrota, ambos en 5to set, en Korea, algo más de lo que se esperaba por ser visitante, pero se venía lo más difícil. Fue en el segundo fin de semana donde nuestra selección empezó a ilusionar: otra vez repartía puntos en dos partidos definidos en tie break, como visitante ante una potencia como Francia. El tercer fin de semana parecía presentar un rival imposible, Serbia en su propio territorio, pero sin embargo Argentina volvió a rescatar un triunfo en 5to set ante un equipo local sin Grbic y Miljhkovic, sus máximas figuras, que si estuvieron presentes en el segundo duelo dónde el local ganó cómodamente 3-0.
La primera rueda había terminado y Argentina tenía posibilidades reales de pelear por la clasificación, el grupo estaba parejo, todos los duelos lo había sido, y los de Weber definían las últimas 3 series de local. La primera fue otra vez contra Korea, con quién se perdió ajustadamente y por errores propios el 1er partido, otra vez en quinto set, pero al que se le ganó el segundo partido, por primera vez sin necesitar del tie break, fue 3-0 sin oposición, y la selección se aferraba al segundo lugar que dejaba el puntero Serbia.
La siguiente serie ya empezaba a ser definitoria, el antedicho puntero visitaba el estadio Formoseño a medio llenar, debido a las precauciones que se tomaron por la Gripe A. Una vez más, el local consiguió el puntaje completo venciendo por 3-1 (consigue los 3 puntos con 0 del rival, al igual que ganando 3-0), aunque esta vez en el primer partido, y el segundo fue 3-2 para el visitante (le da 2 puntos al ganador y 1 al derrotado), que dejaba un sabor amargo ya que se fue ganando 2-1 y controlando las acciones, y además porque Francia, producto de sus dos claros triunfos ante el ya eliminado Korea, había superado a nuestros pibes por un punto.
La última serie definía mano a mano entre Argentina y Francia, una vez más, al clasificado a la siguiente ronda, esta vez en San Juan, donde el aliento de un Aldo Cantoni repleto fue constante factor en favor de los albicelestes.
Para completar la hazaña el equipo de Javier necesitaba ganar ambos partidos, o, en su defecto, ganar por 3-0 ó 3-1, y perder el otro por 3-2. La primera fecha marcó que la tarea podía completarse ante una Francia reforzada con las presencias de los históricos Antigá, Pujol y Rouzier. Fue triunfo por 3-1, la primer necesidad estaba satisfecha, y Argentina llegaba al segundo partido sabiendo que sólo necesitaba de dos sets para clasificarse.
La noche del viernes empezó a toda orquesta, el primer set parecía irse fácilmente cuando Argentina llegó a sacar 7 puntos de ventaja. Sin embargo las entradas del opuesto Moreau y el armador Le Marrec cambiaron la tónica de los "galos", que arremetieron y casi se roban el triunfo, pero la primera manga quedó milagrosamente por 32-30 para selección local, que estaba a sólo un set del festejo. A pesar d esto, el cambio del primer set se mantuvo, de la mano del inspirado Moreau (terminó con 27 puntos) y las defensas magistrales de su líbero Exigá, los franceses dieron vuelta el partido, se pusieron 2-1, y volvieron los fantasmas del 2002, cuando Argentina también definía con Francia, empezaba ganando 1-0 y terminaba perdiendo 3-1. Ese cuarto set era definitorio, si iba para los azules se terminaba el partido, y el triunfo con 3 puntos le daba el pase a los visitantes, si lo ganaban los locales, forzaban un 5to set que perdía su importancia, ya que el punto que conseguía Argentina aseguraba la clasificación.
Y fue aquí dónde la garra apareció. Un Chávez clave, que había tomado el lugar del errático Scholtis en el segundo set, se hizo cargo del equipo. Alternando las definiciones difíciles con el capitán Rodrigo "huevos de oro" Quiroga, más los bloqueos que reaparecieron de Arroyo, Argentina se encaminó a la victoria más cómoda en un set ante Francia en esta World League, fue un 25-18 que sentenció la definición. El último set sólo mostró la obvia frustración e impotencia del equipo Francés ante un seleccionado argentino suelto, feliz, con el apoyo de la gente, que anecdóticamente venció 15-7 y se quedó con el partido.
Por primera vez un seleccionado argentino de voley se clasificó jugando (ya lo había hecho en 1999 por ser local) a la segunda fase del torneo de voley anual más importante (y aún más exigente que los JJ.OO. o los mundiales) del mundo de selecciones.
Por esto, por todo lo nombrado, y sin dejar de lado a un combinado excelente de jóvenes jugadores, este blog quiere decir, FELICITACIONES, Y MUCHAS GRACIAS JAVIER WEBER.
Es todo.
PD: Las Leonas se clasificaron invictas a la final del Champions Trophy, y allí enfretarán al local Australia (al que vencieron 2-1 en la clasificación), en la madrugada del domingo (o noche del sábado), buscando su tercer oro en este competencia.
Darío Kullock
Creo que en mis años de seguir al seleccioneado de voley nunca los vi jugar como ayer el cuarto set, eso no es voley, es otro deporte!!! Los juadores hacían por primera vez cosas que no habían hecho a lo largo de todo el campeonato (García defender, Spajic un secante!!jaja) y muchísimo mejor las que ya venían haciendo, era otro equipo. Era el equipo de Javier, no había otra persona q pudiera lograr lo que se logró anoche, que pudiera llegar a los jugadores como él. Es cierto, agraciado el que sabe cómo lo hace, pero es claro que es algo que sólo él puede hacer. Creo que nunca un sólo jugador me dio tantas alegrías en la vida. Javier, gracias por todo lo que nos das, es impagable.
ResponderEliminarQué grandes los jugadores y qué grande el técnico! Evidentemente un gran conductor (sin celular y con test de alcoholemia).
ResponderEliminarAdemás con ese nombre, como no iba a ser brillante? Saludos